Adiós temperatura ambiente
La guía para servir el vino como debe de ser y de forma que puedas disfrutarlo a través de los sentidos
Ángel Rivas
¿Cuál es la temperatura ambiente o al tiempo? La respuesta puede variar porque no es la misma durante el verano en Playa del Carmen o en pleno invierno en Montreal. Aun así el término se utiliza para el servicio del vino, y es un error.
Tampoco es lo mismo vino tinto, que un blanco o un espumoso. ¿Por qué servirlos todos igual?
Sin necesidad de termómetro puedes llegar a tener la temperatura ideal para tus vinos y así disfrutarlos de forma placentera. El secreto está en prepararse tiempo antes.
Los blancos y los espumosos deben meterse al refrigerador de una hora a 30 minutos antes de servirlos, pero lo recomendable es mantener esa temperatura en la mesa.
Debes introducirlos en una cuba llena de agua y hielo, quizá con una pizca de sal. Debes de tenerlos cerca para servirlos y no olvides una servilleta de tela para secar la botella antes de verter su contenido en las copas (a nadie le gusta que estén goteando sobre la mesa, los platos o la gente).
Los rosados siguen la misma regla de blancos y espumosos, a menos que sean más intensos y tiren más hacia los tintos. En este caso pueden dejarse en la mesa para que se temperen un poco.
Los tintos debes meterlos al refrigerador por 30 minutos y sacarlos 15 minutos antes de servirlos, en lugares cálidos unos 5 a 10 minutos antes. La idea es que estén frescos, no fríos ni tibios.
Si se trata de un vino tinto viejo o de mucha potencia, pueden estar ligeramente menos frescos porque así apreciarás mejor toda esa complejidad que han adquirido con el tiempo.
Los fortificados y los vinos dulces también deben refrescarse antes de servirse. Lo sugerido es que si son blancos tengan la temperatura de los vinos tranquilos blancos, mientras que los de tonalidades más oscuras por lo general deben estar más frescos sin estar fríos.
Hay vinos que caen en excepciones y lo ideal es preguntar a un experto en caso que haya dudas.
Lo que es un hecho es que la temperatura ambiente es irrelevante y un vino jamás se sirve tibio, incluso en lugares de clima gélido.
No mates a un vino antes de llevarlo a la copa.
Si tuvieras este instrumento a la mano, saca e mejor partido de él.
8 a 10 °C: Blancos, espumosos y rosados ligeros
12 a 14 °C: Rosados intensos, tintos ligeros y la mayoría de fortificados
14 a 16 °C: Tintos de cuerpo y potentes