Cristina Martínez

Cristina Martínez, una mexicana triunfadora

La vida de una cocinera que ha traspasado fronteras preparando barbacoa en Estados Unidos, es una historia presentada en la serie Chef ‘s Table de Netflix

POR RODRIGO LLANES/FOTOS DE NETFLIX

Cristina Martínez

Cristina nace en Capulhuac un pequeño pueblo del Estado de México. Ahí la barbacoa es muy rica y a los vecinos les encanta comerla. Son varias las familias dedicadas a vender barbacoa los fines de semana en el mercado y en sus propias casas.

La familia de Cristina es una de esas familias y ella desde niña se acostumbró a ver la preparación y a participar en ella. Se casó siendo una muchacha. Como sucede en México ella se fue a vivir con la familia de su esposo. Tuvieron una hija. Ella se incorporó al trabajo de la familia de su esposo que también preparaba barbacoa. La pareja atravesó los problemas comunes en la familia tradicional: falta de privacidad, falta de oportunidades (pues debían trabajar en el negocio de la familia), estrechez económica, entre otros varios más. Y se tradujo en una violencia que Cristina comenzó a padecer de su esposo, como la violencia económica y la violencia física. La familia de él fue cómplice en el maltrato a Cristina. Ella se sintió acorralada por las circunstancias pues vivía con ellos. Y sabía que regresar con su propia familia no le solucionaría todos sus problemas.

Fue así que decidió migrar a Estados Unidos. Usó sus ahorros para pagar un pollero y cruzó la frontera por el desierto. Llegó después a Pensilvania. Buscó trabajo y lo encontró en un restaurante donde comenzó ayudando en la cocina. Estaba acostumbrada a cocinar en Capulhuac así que el trabajo no le resultó ajeno. Y al desempeñarse con responsabilidad y compromiso pudo mejorar su puesto de trabajo y aprendió a hacer postres. Le mejoraron el sueldo y logró un poco de estabilidad y comenzó a mandar sus remesas y a ahorrar.

Dentro del trabajo conoció a Ben y se flecharon. Él la invitó a salir y comenzaron una relación muy gratificante para ambos. Comenzaron a vivir juntos y finalmente le pidió matrimonio y se casaron. ¡Todo era felicidad!.

Cristina Martínez y su esposo

Ya casada con un norteamericano comenzó los trámites para lograr su residencia. En el buró le pidieron una constancia laboral y la solicitó a sus patrones. Pero ellos no quisieron dársela, pues seguramente los comprometía por contratar mano de obra ilegal. Y encima la corrieron para evitar sentar un precedente y una posible inspección.

Con esa circunstancia ella pensó en cómo salir adelante. Y como en su familia preparaban y vendían barbacoa, pues decidió hacer lo mismo, en su propia casa la preparó y la comenzó a vender.

En el sector restaurantero los puestos de trabajo en la cocina casi siempre son ocupados por migrantes mexicanos. Ella y su esposo pertenecían al gremio y corrieron la voz entre sus colegas de su barbacoa. Así levantaron su primera clientela. Les comenzó a ir muy bien. Sin embargo estaban operando en la ilegalidad. Y eso suponía un riesgo mayor, pues cualquier denuncia de un vecino enojado por su puesto hogareño podría implicar la deportación de Cristina al realizar una inspección.

Un amigo de Ben, tenía un restaurante equipado y bien ubicado y estaba por dejar el local. Así que ellos tomaron el lugar y pagaron el traspaso, su clientela habitual podía ir ahora al local y llevar más gente, ampliaron la oferta a tacos de carnitas, aguas frescas, postres y desde luego la barbacoa.

La curiosidad de los críticos por conocer dónde suelen comer los chefs llevó a que la revista Bon Apetit visitara el lugar y probara la comida. ¿Qué ofrecía Cristina que fuera sobresaliente?. Sin duda su buena sazón y que las tortillas las elaboraban en el lugar. La mayoría de las taquerías en Estados Unidos, ya sean de food trucks o de locales suelen utilizar tortillas industriales y muchos de ellos unas tostadas curveadas para servir sus tacos. Por lo que una buena tortilla de comal cubierta de deliciosa barbacoa horneada en hoyo captó la atención de los clientes chefs y de los sibaritas, pues probaron algo único.

La mención en la revista como uno de los diez mejores lugares para comer en Pensilvania la volvió famosa a ella y a su local. Se consolidó como emprendedora. Aumentó las remesas que envió a su familia. Su hija pudo estudiar en México sin dificultades. La tecnología le permite comunicarse con ella en forma instantánea. Así que la distancia ha sido salvada. Su hija adulta ya puede viajar a Estados Unidos como turista. No tiene planes de dejar México. Así como Cristina no tiene planes de regresar pues ya tiene una familia y una comunidad en Pensilvania.

¿Logró tramitar su Green card?. No lo dice el capítulo de la serie. Pero eso no importa, pues ella supo construir un éxito como emprendedora, encontró el verdadero amor, ahora está comprometida con su familia en México para seguir ayudando y con la comunidad migrante en Pensilvania para lograr los derechos plenos de todos ellos que trabajan con la misma entrega que ella.

UNA HISTORIA PARA REFLEXIONAR

Barbacoa Cristina Martínez

A partir de la vida de Cristina es importante reflexionar en varias cosas que suceden cuando emprendemos. Los emprendedores son personas inconformes con las oportunidades laborales que les ofrece su familia. Ella tenía garantizado trabajar para la familia de su esposo o de ella misma. Pero no le satisfacía. Porque en uno de los casos implicaba padecer violencia y en el otro no tener ingresos suficientes para sus aspiraciones y las de su hija. En muchos casos los emprendedores tienen que hacerse cargo de la empresa familiar. Y a pesar de ello deciden transformar el negocio para sentirlo propio. Eso es un proceso normal. O bien ningún hijo se quiere hacer cargo del negocio familiar y entonces con el paso del tiempo termina cerrando.

Así que piensa, ¿por qué no estás conforme con tu situación personal y quieres emprender?. ¿Qué opina tu familia de que emprendas?. ¿Te apoyan como tu quisieras?. ¿Cargas con tu familia?. ¿Vas a emprender en el negocio de tu familia?. ¿Estás de acuerdo con ello?. ¿Qué piensas que puedes hacer diferente? ¿Padeces algún tipo de violencia?.

Cristina llegó a trabajar a un restaurante y aprendió a utilizar todo el equipo tecnológico del mismo, aprendió a hacer postres, esos aprendizajes la ayudaron cuando decidió emprender. ¿Crees que la experiencia que has acumulado en trabajos, cursos, talleres, es suficiente para poder emprender?. ¿Te gustaría aprender algo más?. ¿Te sientes segur@?.

Cuando Cristina decidió comenzar a preparar y vender barbacoa en su casa su esposo la apoyó en la decisión. Su hogar se volvió un puesto de barbacoa. Muchas veces los emprendimientos invaden el espacio vital del emprendedor. ¿Eso te ha sucedido?. ¿Has tenido problemas por ello?. ¿Cuáles?. ¿Es indispensable para tu emprendimiento salir de tu casa?. ¿Con cuántos ahorros cuentas?. ¿Entiendes que si tienes tu local deberás de pagar renta y otros gastos fijos?. ¿Lo tienes contemplado en tu plan de negocios?.

Cuando Cristina tuvo la oportunidad de tomar el local que dejaba su amigo, utilizó sus ahorros y los de su esposo para poder emprender. Él conservó su trabajo, lo que es no poner todos los huevos en una sola canasta. ¿De dónde piensas obtener los recursos para emprender?. ¿Tu pareja te apoya?. ¿Soportarían un fracaso?. Si fracasan, ¿cómo podrían sobrevivir?.

El éxito es muy demandante, implica vivir para tu negocio. ¿Crees poder sobrevivir a tu propio éxito?. ¿Qué harías si te aburrieras?.

Cristina manda remesas a su familia. Su hija ya terminó sus estudios. Cumplió su meta y su compromiso familiar. ¿Tienes claros cuáles son tus compromisos personales para emprender?. ¿Cuál es tu meta o tus metas?. ¿Crees que tu negocio te puede ayudar a cumplirlas todas?. ¿Cómo te ves a ti en 2, 5 , 10 y 15 años?.

Chef e historiador Rodrigo Llanes

Rodrigo Llanes es chef e historiador. Actualmente dirige la Escuela de Oficios Gastronómicos del Goloso Mestizo y de la incubadora de empresas gastronómicas Cooking Impact en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Es autor de varios libros y articulista en varios medios digitales e impresos. En 2017 creó el proyecto Los 300 platos de Moctezuma, en el que junto a un colectivo de chefs, diseñadores e investigadores rescataron la forma ancestral de comer del emperador azteca.

 

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