Disfruta del encuentro de moles en El Mural de los Poblanos
Del 4 al 28 de mayo puedes degustar diferentes preparaciones hechas por cocineros invitados como Macuitl, Rodríguez, Córcega y el chef anfitrión Hernández
POR ALEJANDRO ESCALANTE @Sr_Escalante /FOTOS: BERTHA HERRERA/SERGIO MENDOZA
En el Mole se esconde el alma de México:
El Mole consiste en un sinfín de chiles e ingredientes que en cada región y en cada casa, dispersan sus aromas en búsqueda de su armonía.
Cada estado tiene una versión propia y cada cocina se ufana de interpretar la receta más pura, de manera que nadie podría saber dónde está o cuál es la fuente primigenia.
La historia del Mole se pierde entre los mitos y las tradiciones, de las palabras Mulli o Chilmulli del antiguo náhuatl, es donde se supone que derivan estos guisos originarios, y de los conventos surge su reparación y compostura, como ejemplo del arte barroco durante el universo colonial.
Lo cierto es que actualmente hay mil versiones y recetas, que se presentan en muy diferentes platillos que por lo regular se sirven en banquetes, pues es uno de los elementos importantes en todo tipo de festejos y celebraciones ¡El mole es sinónimo de fiesta!
El encuentro de Moles que celebra estos días el restaurante El Mural de los Poblanos es, sin lugar a dudas, un verdadero homenaje a la historia y una muestra magnifica de las variedades que este nombre engloba.
El comensal puede conocer aquí cuatro moles diferentes gracias a sus cocineros invitados:
De San Jerónimo Tecuanipan, en el Estado de Puebla, el chef Gustavo Macuitl de Macuitl Molino, presenta un Mole de Olor, ricamente especiado, sobre un tamal aplanado con tlalitos y anís. Ligero y sabroso.
Desde Milpa Alta, en la Ciudad de México, el chef Jorge Córcega ofrece un Mole de Atocpan, almendrado y con un rico gusto a piñón, que acompaña una pieza de guajolote al sous-vide, con pure de apionabo y más productos de la tradicional milpa mexicana.
De Mixquiahuala, Hidalgo, el chef Juan Antonio Rodríguez y la Sommelier Cintia Salvador, de Hñähñú Cocina Otomí de Raíz, han traído una combinación denominada floración en el Mezquital: Chile ancho relleno de flores diversas sobre un mole de flor de palma; que se acompaña con un coctel denominado Ixkahä, elaborado con xoconostle, ginebra y algo más…
Es lógico que el chef anfitrión, Martín Hernández de El Mural de los Poblanos, presente su Mole poblano, justamente reconocido como un ejemplo prístino de la recta ortodoxa, en esta ocasión servido con costilla de res braseada y puré de plátano macho. Un platillo memorable por la combinación de sabores, texturas, aromas y condimentos.
Se sugieren diversas bebidas para combinar con cada mole, como los vinos de Casa Madero, Gran Reserva Malbec o Shiraz, y los mezcales poblanos de la casa Agavesos.
Este restaurante busca dar a conocer la historia de sus productos, pero también invita a las cocinas de otras regiones para difundir su cultura y su sazón, El Mural de los Poblanos es una casa orgullosa de sus raíces mexicanas.