El jitomate, la pomma del paradiso
Fruto mexicano, que en la época de la llegada de los españoles a México, conquisto con su sabor a Europa, desde entonces, no puede faltar en cualquier cocina
Por Rodrigo Llanes
¿Cómo te imaginas la manzana del paraíso?, ¿carnosa, jugosa, harinosa, con gusano?. La manzana es una fruta que se conoce en la mayoría del continente europeo desde hace mucho tiempo atrás.
Crece en variedades regionales con distintos sabores y colores. Podríamos citar las verdes del norte, las amarillas que se asemejan al oro y que inspiraron el antiguo mito griego de las manzanas áureas y las rojas, presentes en cuentos, leyendas y mitos. Cualquiera de estos colores manzanos pudo servir de referencia e inspiración para comprender el por qué fue el fruto prohibido que Eva le dio a Adán según el Antiguo Testamento.
Después de muchos años de cristianismo medieval la manzana estaba de moda. Los pintores renacentistas la dibujaban anodina, mientras que los cuerpos semidesnudos de los primeros hombres eran motivo de su inspiración creativa.
Quiso el destino que los españoles llegaran a América y que de nuestra misteriosa tierra llegaran nuevos productos para provecho de las gastronomías locales del viejo continente.
La pomma del paradiso
Fue decisión del rey de España, que los viajeros que regresaran de América llevaran semillas de los productos oriundos para sembrarlos en Europa.
Sucedió que llegaron las semillas de jitomate, el tomate con ombligo de color rojo. Una solanácea que cautivó a los habitantes de las costas mediterráneas en donde crecía prolíficamente.
Era tan rojo y tan hermoso, que no lo comían. Creían que podía ser venenoso. Su color intenso le granjeó un nuevo nombre: pomma del paradiso, manzana del paraíso. ¡Claro!, ninguna manzana conocida tenía tanta voluptuosidad como un jitomate bola. Y crecía en matas rastreras cercanas a la tierra en donde se podían encontrar las serpientes.
El jitomate indispensable en cualquier cocina del mundo
Finalmente el hambre venció el estigma y quizás algún conquistador aventurero regresó a Europa para combatir en alguna de las absurdas guerras de la Corona española en Italia. Es posible que un guerrero español les enseñara a los italianos a comer el delicioso jitomate y a preparar alguna salsita. Y entonces la cocina del Mediterráneo se transformó para siempre. Encontraron un ingrediente versátil que les permitiría hacer ensaladas, salsas para pasta, para pizza, como base para sopas frías y calientes, deshidratarlos en orejones suculentos para acompañar quesos curados, para hacer sorbetes e incluso, para hacer guerras de mentiritas, como en la tomatina, que llega a ser muy seria a pesar de todo.
En México se produce una gran variedad de jitomates. La marca “Love Tomato” ha tenido el tino de ofrecerlo en racimos, el tallo verde y la corola que sujetan cada una de las esferas preciosas nos evocan la fascinación que generó entre los italianos. Mientras que La comercializadora San Miguel tiene los auténticos Roma, redondos como una gran bola y símbolo de la manzana del paraíso. En Tierra roja producen saladet de junio a diciembre en tierras zacatecanas. Y una nueva marca, “Monstruo Tomato” produce pequeños cherry uva, para preparar deliciosas ensaladas que no solo gustan a los enamorados de los alimentos frescos y nutritivos, sino a los niños que sucumben ante la pequeña forma de estas frutillas sabrosas.
Este 7,8 y 9 de diciembre puedes conocer sus productos en México Alimentaria, en el Centro Banamex, ubicado en Av. Conscripto 311. Col. Lomas de Sotelo, Hipódromo de las Américas en La Ciudad de México. El Food Show más importante del sector alimentario en nuestro país.