Es tiempo de trufa blanca, el oro de la cocina
Noviembre y diciembre es la temporada de La trufa blanca, el alimento más valorado sobre la tierra. Un hongo muy peculiar por todo el misticismo que lo rodea
Por Marichuy Garduño / Fotos: Bertha Herrera
La trufa blanca es uno de los alimentos que más deleitan a los sibaritas más exigentes del planeta. Se trata de un hongo que sólo se puede encontrar entre los meses de noviembre y diciembre. Sus precios son bastante elevados, sin embargo, eso no les importa a los que gustan de este lujoso manjar.
El precio de este ingrediente es muy alto, ya que pude llegar a alcanzar los cuatro mil euros, a veces más. El costo tan elevado se debe a que cada vez son más escasas, sólo se dan dos meses al año, en cierta parte del mundo (Piamonte en Italia) y la forma de recolección es de manera muy particular.
Daniel Bertolín y María Redón, de la Asociación Madrileña de Summilleres, aseguran en su investigación Las Trufas, un manjar culinario que La trufa crece subterránea y parásita, en terrenos calizos, soleados y permeables, entre cinco y treinta centímetros bajo tierra, pues su micelio vive en las raíces de ciertos árboles, en las encinas, los avellanos y sobre todo en los robles. Los profesionales se valen de animales amaestrados para extraerlas del suelo, el perro es el más utilizado.
Los expertos recomiendas degustar este manjar en finas láminas como acompañamiento de platillos que posean sabores suaves y comprobar la suntuosidad de este ingrediente.
UN POCO DE HISTORIA
“Los antiguos egipcios comían la trufa rebozada en grasa y cocida en papillote. En el siglo IV a. de C., un timbal al horno relleno con picadillo de pechugas de faisán y trufas cortadas en finas láminas, todo ello aderezado con sal y diversas especias, recibió el primer premio en una especie de concurso que se celebró en Atenas.
“Los griegos y los romanos atribuyeron a estos hongos un alto valor afrodisíaco. Precisamente su nombre “trufa” proviene del latín Tuber, que significa excrecencia. En Roma, las trufas de Libia eran consideradas un manjar de lo más exquisito. Apicius, en su De Re Coquinaria ya ofrecía seis recetas para preparar las trufas ”, se menciona en el estudio.