Tiempero

Una forma de honrar a los dioses era ayunar

Los antiguos mexicanos renunciaban voluntariamente a la comida, obsequio divino. Esto se hacía en esta temporada de secas para que después hubiera abundancia

POR RODRIGO LLANES/FOTOS:BERTHA HERRERA

La mamá decía: “criaturas, hoy temprano no habrá atole. Hoy no encendí la lumbre porque no habrá tortilla hasta la tarde. Van a aprender a estar con hambre. Porque no se si se han dado cuenta que la comida es un regalo de los dioses. Que no está aquí por casualidad. ¡No niños!. Está aquí porque ellos nos la quieren dar. Y ya me dirán “pero si se trabaja el campo y de ahí se recoge todo.” Y tienen razón, porque si no trabajáramos pues no habría siembra. Pero quiero que entiendan que cuando nosotros sembramos le estamos pidiendo a los dioses que nos dejen servir. Porque realmente no sabemos si tendremos fruto. Porque para que haya fruto, la tierra tiene que estar contenta y la lluvia caer del cielo. Y eso solo lo pueden hacer los dioses. Así que aprendan a sentir la barriga vacía. Porque los dioses no siempre están contentos con nosotros, o a veces les da capricho y no se les da la gana que haya cosecha.

“Arde la panza ¿verdad que lo sienten?, y así se van a quedar por un buen rato. Y no lloren porque de nada sirve. No van a comer nada. ¿Tienes sed?. Toma un poco de agua, pero nada más. ¡No, no hay tortilla!. Y no salgan de aquí. Se quedan porque al rato va a venir el señor con los lazos. ¿No se acuerdan del señor de los lazos? Si vino el año pasado con sus primos grandes a ponerles pulseras y collares de colores por ser buenos y aguantarse sin comer. A ver, vengan… vamos a punzarnos con la espina del maguey. ¡Miren cómo le hago!. ¡Ay!, ya me salió sangre de la lengua. A ver, ¿a quién le saco sangre de la lengua como yo?. ¿Quién quiere?, no duele. Bueno, duele un poco. A ver, ven tú. ¿No quieres?. ¿Quieres que mejor sea de tu oreja?. Bueno, acércate. ¡Mira, ya te pinché!. ¿Verdad que no pasó nada?. ¿Te dolió?. ¿Un poco?. Ven que te abrazo. Ya, ya, ya pasó. ¿Quién sigue?. ¿Tú?. ¿De dónde quieres ofrecer sangre?. ¿De la lengua o de la oreja?. ¿De la lengua como mamá?. ¡Ay que niña tan valiente!. ¡Rápido, tantito!. ¡Mira qué bien!. ¡Y no llora!. ¡Ahora tú grandote!. Pero yo no te voy a punzar. Hazlo tú que ya no eres tan niño. Mira hazlo en tu pierna, debajo de la rodilla, un poco más abajo. Ahí está bien. ¡Hazlo fuerte!. ¡Muy bien!. ¡Eres valiente como el sol!. Y ahora hay que esperar a que el hombre viejo llegue y les de su lazo de color.”

Tiempero, es un chamán que pide para que haya agua y se de bien la cosecha.

Después de recorrer varias casas y llenar su morral con diversas cosas para comer, el viejo llega con la familia. Saluda a todos y el padre y la madre lo hacen pasar al patio. “Has caminado, te has fatigado, ven, siéntate y descansa”. Y ya sentado se dispone a repartir pulseras entre los niños.

Así que ahora los niños valientes, las niñas buenas tendrán la protección de la tierra y el monte en los pendientes de su cuello y de su muñeca. Con toda parsimonia fue llamando uno a uno a los niños de la casa para premiarlos por su valiente ayuno. ¡Todos estaban felices!. Y el júbilo creció cuando la madre descubrió debajo de unos petates de la cocina la olla con frijoles, el tompiate con tortillas y varios guisados más. Así que una vez ofrecido el itacate al viejo del monte, todos se sentaron a comer, mientras afuera caía una leve lluvia.

Ahí sobre el petate, el aroma de la tierra mojada se transforma en el aroma sabroso de la milpa y los alimentos. El milagro de la comida parece estar a salvo de la desgracia. La paz reina en el pueblo, pues ese día los niños fueron valientes y soportaron largas horas sin comer y ofrecieron su sangre. El agorero vio a los nahuales de la tierra hacer sacrificio y el sol de tierra exprimió las nubes para derramar agua fecunda. Ese día, el pueblo estuvo en paz.

Chef e historiador Rodrigo Llanes

Rodrigo Llanes es chef e historiador. Actualmente dirige la Escuela de Oficios Gastronómicos del Goloso Mestizo y de la incubadora de empresas gastronómicas Cooking Impact en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Es autor de varios libros y articulista en varios medios digitales e impresos. En 2017 creó el proyecto Los 300 platos de Moctezuma, en el que junto a un colectivo de chefs, diseñadores e investigadores rescataron la forma ancestral de comer del emperador azteca

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